El título refiere a vivencias de carácter totalmente heterogéneo, inaprehensible e incomprensible ante los límites de la razón humana.

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Con ello se agrupó esta serie, en un punto de quiebre a nivel artístico y personal,en un intento simultáneo de renuncia a la Pintura Figurativa al plantear su agotamiento frente a vivencias individuales y globales recientes, así como su relación con la toma de conciencia sobre la muerte y la infinitud.

Las imágenes sin narrativa, personajes ni espacios reconocibles sitúan la atención ante la propia experiencia de lo que no es nombrable ni inteligible.

A la par se utiliza simetría para aludir al desdoblamiento desde sí y para sí de cada composición, y reafirmar su rol protagónico, a medio camino entre estructura y espacio.

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